domingo, 20 de noviembre de 2011

Se terminó







Parece demasiado lejano el día de la última entrada, porque ahora reina en mi la soledad, nuevamente como otras veces, pero sinceramente creo que ésta vez es la definitiva, la soledad para siempre. 
 Se rompió el fino hilo que nos unía y hoy me encuentro en la más absoluta de las tristezas. Llueve y recuerdo cuando te enviaba un mensaje o vos a mí "Llueve y pienso en vos..." 
 Eso ya no ocurre más porque terminamos con esto que no sabemos muy bien qué era. Para mí era amor, para vos... bueno... mejor dejo la incógnita aunque para mi no lo es, por eso se terminó porque cuando hay amor de las dos partes no se termina un amor por pequeñeces como la que vivimos nosotros.
 Bueno, ya te dejé en paz, ahora la que no tiene paz, sólo tristeza, dolor y soledad soy yo. Nunca voy a olvidarte y nunca más podré ya sentir un amor como éste, el tiempo se acaba y a mí siento que me queda muy poco... 



miércoles, 28 de septiembre de 2011

Hoy es tu cumpleaños mi amor


Hoy es tu cumpleaños mi amor y la soledad se trasunta en la imposibilidad de estar a tu lado. No se trata de mi soledad de todos los días, no, se trata de que no puedo estar con vos, de que estoy tan lejos de vos y de tu vida y entonces vuelve la pregunta de siempre, la de toda la vida...¿Por qué? ¿Por qué fue así y no como lo imaginamos siendo jovencitos y amándonos tanto? Hay mucha gente que logra mantenerse junta toda la vida habiéndose conocido en la adolescencia, que no sea tan común hoy no significa que no se haya dado mucho en nuestra generación y que no se de nunca.
 Conozco esa clase de gente y los veo casi a diario y me pregunto ¿Por qué no nosotros? Como me pregunto cuando veo una madre con su hija adulta y madre ¿Por qué no la mía? ¿Por qué la mía ya no está? La pregunta también aparece cuando veo dos hermanos grandes que ya no solo comparten los sobrinos sino hasta los sobrinos nietos, y entonces la pregunta sigue repitiéndose ¿Por qué yo no? ¿Por qué el mío, mi único hermano partió también adolescente como mi hija, dejando ambos esta familia mutilada y chiquita? Esta familia que tiene tres integrantes, una de las cuales mi madre, está tan enferma de la cabeza que es como no tenerla. En definitiva somos una familia de dos, mi hija y yo, y con una familia de dos no se puede ser feliz a mi edad. Ella mi hija, por lo menos es joven y logra ser feliz, yo ya no, yo ya no puedo, siento que tengo como terminada la vida, como si ya no pudiera hacer nada más en ella.
 Hoy es tu cumpleaños mi amor y no puedo estar con vos, pero he estado todo el día con mi pensamiento, he escrito en casi todos mis blogs, lo que no puedo decirte directamente, son las siete de la tarade, ya a esta hora me cuesta mostrarme feliz, se está yendo tu cumpleaños o justo a esta hora estarás por festejar con una cena en tu casa o en otro lugar, no lo sé, no me animo a enviarte ningún mensaje más, temo molestar tu día en familia, pero me muero por decirte que te amo y que lamento con todo mi ser no ser la que quería ser y hoy estar con vos... igual... te amo inmensamente.

Melan.

 

domingo, 25 de septiembre de 2011

La soledad y yo


Hay días como hoy en que la soledad me abruma. Quizás sea la nueva primavera que ha llegado con sus tibiezas y sus colores, o tal vez, que el amor asoma a mi ventana pero no puede llegar más cerca y entonces yo me siento presa entre estas paredes que forman la caverna en que convertí mi casa para huir del ruido y del mundano devenir de los días y el futuro, que nunca lo es para mí, como no lo es el presente, porque para mí sólo es cierto lo que he vivido, el pasado, sólo en el pasado sucedieron las cosas más bellas de mi vida y también algunas... decididamente dramáticas.
 Pero todas fueron en el pasado y tanto si fueran felices como dramáticas siempre estuve acompañada, nunca estuve sola y me refiero del año dos mil para atrás, porque fue hace exactamente doce años que comencé esta etapa de soledad que sólo esporádicamente la viví en compañía, solo así, de vez en cuando y lo peor de todo es que en algunos de esos años hasta hace tres viví la soledad absoluta en una cama de hospital, en una terapia intensiva, que es la peor soledad, la de todo lo que hace que un ser humano se sienta tal y comience a sentirse sólo un objeto, un cuerpo desnudo al que cuidan sí, pero únicamente en sus funciones vitales, no existe allí ni un ápice de expresión emocional. En las terapias intensivas es como si uno aunque no tuviera una experiencia cercana a la muerte, igualmente el espíritu desapareciera (por lo menos para los demás, médicos y enfermeras sobre todo y más aún si son del SANATORIO GÜEMES de Buenos Aires) y uno se transformara en un cuerpo inerte, en prácticamente una persona muerta a la que hay que revivir, o una persona en coma a la que hay que mantener con vida, pero no se le da ni un sólo gesto de cariño o de sensibilidad, así son ellos y así tratan a la gente en esos lugares.
 Desde que estuve en ese tenebroso lugar es que quedé así, con un inmenso miedo a volver a enfermarme y a dejar todo porque todo significaba posibilidad de recaer y tener que reingresar a ese depósito de personas enfermas que es el SANATORIO GÜEMES DE BUENOS AIRES = DEPÓSITO DE PERSONAS= COMERCIANTES SIN ESCRÚPULOS, como también todas las OBRAS SOCIALES que con ellos contratan y no les importa nada todo lo mal que tratan a los pacientes con tal de seguir cobrando los médicos que lo hacen sus infames coimas.
 Eso fue lo que me hizo tanto daño y me arrepiento de no haberles hecho juicio de daños y perjuicios por el mal que me hicieron, tuve mucho miedo después que salí de allí y eso trajo muchos perjuicios a mi salud anímica, podría haberlo probado todo. Pero no importa, ya tendrán su castigo en otro juicio que es el que más vale, quien sabe no lo estén sufriendo ya algunos de esos matasanos que hay allí.
 Estuve un rato conversando con mi hija y como siempre me hizo bien, me siento mejor, su conversación me alegra, está tan llena de alegría y de energía mi linda nena que me contagia, por eso la extraño mucho cuando no está o cuando como ayer no puedo hablar con ella porque estuvo todo el día con una amiga. Es lógico y normal que esto suceda y yo lo apruebo totalmente pero eso no quita que extrañe las conversaciones que ambas tenemos.
 Bueno, creo que empecé con que me abruma la soledad pero ya no la siento tanto después de haber charlado con mi hija, aunque... igual... me encantaría que el hombre que amo estuviera más cerca de lo que está de mí.

martes, 23 de agosto de 2011

Pablo Neruda - Poema XVII - Pensando, enredando sombras en la profunda soledad





Pensando, enredando sombras en la profunda soledad.

Tú también estás lejos, ah más lejos que nadie.

Pensando, soltando pájaros, desvaneciendo imágenes,

enterrando lámparas.

Campanario de brumas, qué lejos, allá arriba!

Ahogando lamentos, moliendo esperanzas sombrías,

molinero taciturno,

se te viene de bruces la noche, lejos de la ciudad.



Tu presencia es ajena, extraña a mí como una cosa.

Pienso, camino largamente, mi vida antes de ti.

Mi vida antes de nadie, mi áspera vida.

El grito frente al mar, entre las piedras,

corriendo libre, loco, en el vaho del mar.

La furia triste, el grito, la soledad del mar.

Desbocado, violento, estirado hacia el cielo.



Tú, mujer, qué eras allí, qué raya, qué varilla

de ese abanico inmenso? Estabas lejos como ahora.

Incendio en el bosque! Arde en cruces azules.

Arde, arde, llamea, chispea en árboles de luz.

Se derrumba, crepita. Incendio. Incendio.

Y mi alma baila herida de virutas de fuego.

Quien llama? Qué silencio poblado de ecos?

Hora de la nostalgia, hora de la alegría, hora de la soledad,

hora mía entre todas!



Bocina en que el viento pasa cantando.

Tanta pasión de llanto anudada a mi cuerpo.

Sacudida de todas las raíces,

asalto de todas las olas!

Rodaba, alegre, triste, interminable, mi alma.



Pensando, enterrando lámparas en la profunda soledad.

Quién eres tú, quién eres?
 
 
 
PABLO NERUDA

lunes, 22 de agosto de 2011

Soledad y ausencia de amor


Tengo que reconocer a esta altura que la soledad sin amor es realmente la que más se siente y duele.
Mientras uno está acompañado aunque sólo sea a la distancia, pero con sentimiento, del auténtico, del genuino, de ese que se siente y se percibe hasta en pequeños detalles, la soledad hasta es disfrutada, buscada, necesitada sino para verlo por lo menos para pensar en el ser amado o para recordar momentos pasados juntos.
 Pero cuando todo eso ya no existe, cuando todas esas sensaciones forman parte del pasado y una se encuentra con que la soledad no tiene asideros de dónde tomarse para no serlo tanto, cuando estar sola no significa una necesidad de privacidad para desparramar por todos lados nuestros sentimientos felices de amor correspondido, entonces, aunque elegida, aunque buscada, comienza a tornarse triste y la soledad y la tristeza no son amigas.
 La soledad tiene que estar llena de otras cosas, sin serlo de personas, de actividades, de satisfacciones personales, pero sobre todo tiene que estar llena de amor. Sinceramente no creo que no pueda existir amor sin convivencia y sin estar juntos periódicamente, soy muy sensible y me alcanzan las palabras y las comunicaciones de todo tipo para sentirme feliz y sentir al ser amado cerca mío, pero cuando esto no se da, entonces la soledad deja entrar a la tristeza y con ella entran a mi corazón todos los sentimientos que me agobian el alma, la ausencia de amor a la vida sobre todo, que es lo más peligroso, porque con ella viene la depresión que ya es una enfermedad y muy difícil de poder controlar cuando se instaló en nosotros.
 Así están las cosas ahora en mi vida, reina soledad y falta de amor, quién sabe qué pasará conmigo.

domingo, 31 de julio de 2011

Soledad se llama libertad


Y hablando de soledad yo tengo una perspectiva propia, basada en la experiencia de doce años sola, me refiero a la soledad de pareja por supuesto.
 Creo firmemente que la soledad de pareja no es lo más saludable,  lo cual no implica que sea un martirio en ola vida. Pero en este caso me refiero a quien no tiene nadie que lo ame o alguien a quien amar. El tema pasa por si uno está enamorado o con interés por alguna persona en particular o no.
 En caso de estar enamorado de alguien y no poder convivir no es un problema, más bien creo que es lo ideal, tener una pareja no conviviente es lo más saludable que pueda tener una persona sana mentalmente, porque después de haber convivido muchos años con alguien, haber tenido un matrimonio e hijos desde muy joven y llegar a los cuarenta años y quedarse sola, no significa, más allá de lo materialmente hablando, ningún perjuicio, todo lo contrario, una por fin se siente libre y desea vivir todo aquello que postergó durante años por las enormes responsabilidades que conllevan a llevar adelante una familia. Eso siempre y cuando no hayan quedado hijos muy chiquitos, pero si ya son adolescentes, una comienza a conocer lo que es realmente la libertad y de verdad puedo decir que es muy  bueno sentirla.
 Esa libertad que nos permite no tener obligaciones los sábados y domingos por ejemplo, porque ya no vendrá la familia de él a comer a casa y una que trabajó toda la semana como una burra, tenga que estar el domingo nuevamente preparando la casa, la comida, y hasta lo que se va a servir a la tarde porque "se reúne la gran familia". Ahhh... qué placer es cuando uno ya está sola despertarse a las doce, comprar algo hecho para comer con la hija y después tener todo el día para lo que uno quiera.
 Durante la semana también se nota. Yo por ejemplo siempre me levanté temprano para el desayuno de mis hijas pero cuando estaba en pareja, al irse mi hija, casi obligatoriamente debía prepararme para una sesión de sexo mañanero que muchísimas veces no tuve ganas de tener y sin embargo... también  muchas veces terminaba accediendo para evitar las discusiones y la cara de perro. Otras en cambio, no era esto pero había que quedarse levantada porque "¡Cómo te vas a volver a acostar a las siete y media de la mañana!" Nooooo, ya pasó el tiempo de dormir, a preparar el mate y a leer el diario hasta las diez en que el susodicho consorte se iba a bañar y prepararse para ir a trabajar, eso los días que yo no tenía que salir temprano a mi trabajo sino ya lo hacía junto con mi hija.
 Ahora, sólo salgo con ella cuando tengo que salir temprano y sino una vez que ella se fue, yo solitaria y libremente vuelvo a la camita con los dos o tres grados de temperatura que hace dando gracias a Dios de que me dejó libre del verdugo que me tenía atada con cadenas.
 De las vacaciones ni qué hablar, ahora salgo cuando quiero y adonde quiero y si quiero con quièn quiero...
 No tengo limitaciones con el televisor y menos con la computadora, cocino si tengo ganas y sino compro comida hecha o con mi hija nos arreglamos con cualquier pavada, las mujeres somos menos exigentes con el tema comida. Cuando èl estaba jamás podíamos comprar pizza hecha porque no, el señor campesino quería todo hecho en casa, hasta la masa la quería casera!!
 Las vacaciones eran todo un tema. Nunca nos poníamos de acuerdo adónde ir. Sin hablar que él siempre quería ir al interior a visitar su familia. Lo hice los primeros años, pero después me harté y empecé a insinuar ir a la playa, Dios! era como decirle ir al infierno! Al fin después de muchas peleas aceptaba y manejaba todo el camino con cara de bulldog, pero luego entre la pesca y los amigos circunstanciales que siempre se hacía (hinchaba también con eso de llenarse de amigos) al fin la pasaba bien. Yo a veces creo que se oponía un poco y al principio por ignorancia y después por el mero hecho de contrariarme, porque eso siempre le gustó, le encantó contrariar a la gente de su familia más cercana, en el caso, mis hijas y yo.
 En cambio vivir sola pero con pareja afuera de nuestra casa y sin demasiados compromisos me parece una manera sana de vivir. Se tienen los sentimientos, se tiene el amor y se mantiene la libertad.
 Por eso desde hace doce años me siento una mujer libre, que vive como quiere, donde quiere y hace lo que quiere siempre dentro de lo que significa la forma urbana de vivir y las responsabilidades, pero fuera de ello, nadie me ata, nadie me obliga a lo que no quiero hacer y puedo decir que sin pareja conviviente soy una solitaria feliz, porque para mí, soledad... se llama... LIBERTAD...

sábado, 30 de julio de 2011

Miedo a la soledad, ¿Cómo afecta a tus relaciones?



En la sociedad en que vivimos está estipulado que los hombres deben vivir en pareja. La condición humana es vivir con otro y formar una familia. Esta es la imagen que nos han vendido desde tiempos remotos y que todos seguimos a rajatabla cuando llegamos a la edad adulta.
De hecho, todavía hoy son criticados por muchas personas aquellos que eligen vivir en soledad o que se saltan la norma y deciden llevar unas relaciones diferentes (solteros, separados, parejas gays, parejas sin hijos). Con todo, se entiende que el ser humano recibe de su ambiente unas presiones que le impulsan a cumplir con lo establecido.
Esto se puede convertir en un problema cuando no somos conscientes y no racionalizamos nuestra situación actual sanamente. Son muchas las personas que llegadas una edad se sienten presionadas por conseguir novio o pareja, y muchas otras las que mantienen parejas que no les interesan por no salirse de la norma y por miedo a la soledad (por suerte cada vez menos).
El miedo a la soledad y a enfrentarse a una nueva vida hace que muchas personas mantengan una situación de pareja, conflictiva o simplemente rota por el tiempo o por la situación, ya no hay cariño ni amor, sin embargo seguimos la monotonía del día a día sin plantearnos otra opción. También entra en juego aquí la dependencia que ha surgido de esa persona, ya sea una dependencia material o emocional, a menudo las personas no se separa por problemas económicos, o por los hijos o porque creen que no podrá vivir sin el otro, se siente inútil para llevar una vida en solitario. De tal manera que ante posibles problemas corre un “espeso velo” que le impide ver la realidad y seguir en su rol de familia feliz.
Esta persona se está engañando a sí misma con excusas, defendiendo a la otra parte, buscando solo lo positivo de estar juntos, etc. El hecho de mantener la relación es por un beneficio secundario que se recibe día a día y que refuerzo el seguir en la misma situación, este beneficio puede ser económico, o compañía, tener cosas que hacer, etc. Dentro de esta dinámica también participan a menudo, el “aguantar todo”, el “positivizar en exceso la situación”, el “no dar importancia a ciertas cosas”. Todo esto ayuda a camuflar la realidad y a vivir en un mundo de fantasía que no existe.

¿Porqué tengo que aguantar?

Para solucionar esta situación será primordial empezar por flexibilizar esas reglas rígidas de las que hablé al principio y que obligan a la persona a mantener su situación, son frases como “tienes que aguantar por tus hijos”, “la mujer debe estar con su marido”,”adonde vas a ir sola/o”, etc. Por supuesto será difícil cambiar eso en los demás pero no tanto en nosotros mismos. Podemos flexibilizar estar normas sociales, ¿Por qué debo estar con mi marido pase lo que pase? ¿Dónde está escrito? ¿Quién lo dice? ¿Hay alguna ley que me impida separarme? ¿Porqué tengo que aguantar? La respuesta a todas estas preguntas es NO, entonces por qué no cambiar.
Otro punto importante en este proceso será el de positivizar la idea de soledad, no todo es malo en la vida de soltero, de hecho muchos casados la echan de menos porque les permitía unas cosas que al estar casados no pueden hacer. Se puede disfrutar de estar solo, y de hecho las personas que eligen esta opción, están muy contentos de haberla elegido. Desde luego, lo más positivo de estar solo es la independencia, poder hacer lo que quiero, cuándo quiero y con quién quiero, sin obligaciones adquiridas de antemano.

La vida en solitario aporta muchas cosas buenas:

Encuentro conmigo mismo

Puedo hacer lo que yo quiero y no lo que esperan de mi

Puedo ocuparme de mi casa y mi trabajo y disfrutar de ello

Podré organizar mi tiempo como más me apetezca

Podré ocupar mi tiempo en hobbies e inquietudes que había dejado de lado

Podré dedicarme a conocer gente nueva y a disfrutar de lo que, me puedan aportar

Podré iniciar una nueva relación más sana y sincera que la que ante he mantenido durante tanto tiempo

Fomentar mi yo interior para saber siempre lo que quiero y no vivir en un mundo de fantasía que no cuadra con la realidad

Organizar eventos, fiestas en casa

Organizar viajes y salidas de modo independiente

Felicitarte todos los días por haber sido capaz de salir de la situación de pareja en la que estabas inmerso

Recuperar antiguas amistades

Estudiar algo, trabajar si no lo hacía antes, con las cosas buenas y malas que ello conlleva

Sentirme útil ayudando a otros,( familiares, amigos), ofreciéndome para trabajos , mudanzas , etc. También así fomento las amistades

Positiviza la situación actual y recuerda todo lo malo de la anterior

En definitiva: vivir por ti mismo y ser autónomo



El miedo es difícil de superar, pero una vez tomada la decisión, todo será un proceso lento y con logros pequeños que poco a poco encauzarán tu vida hacia un momento más pleno y gratificante. Sólo tienes que juntar fuerzas y comenzar desde cero, poco a poco y sin prisa. Plantéate objetivos pequeños día a día sin pensar en lo que te gustaría conseguir al final de todo el proceso, así obtendrás gratificaciones más rápidas y cada día por los logros conseguidos y no focalizarás tu atención en lo que todavía te queda por hacer.
Piensa que todo objetivo conlleva un trabajo hasta conseguirlo, las cosas no vienen solas, tendrás que mantenerte firme sin perder tu objetivo de vista ya que sólo tú serás el responsable de llegar a buen puerto. Soluciona los problemas día a día y no dejes ningún cabo suelto, recuerda que puede aparecer en el futuro y estropear todo lo conseguido.

Fuente. Mujer.terra.es

jueves, 21 de julio de 2011

Quemadura de Luz de Mayamérica Cortez




Hay un sueño mío que se me está yendo
de las manos como gaviotas en el océano.
Hay un adiós que remonta las montañas
de tu mundo desvanecido en neblinas
pintando el paisaje de una soledad inhabitada
de una soledad que se quedó huésped permanente
de mis patios y balcones
de mis fuentes y grutas.
Una soledad habitante de los límites
del torogoz y el cenzontle.
¿Por qué no fuí generosa con la luna
para besarte mucho bajo su luz de aquélla noche?
¿Quién amarró mis manos para acariciar tus cabellos
cuando tu cabeza se apoyó en mi cuello
buscando el remanso de tus inquietudes?
¡Ah, niño de mirada triste en tus grandes ojos negros!
¡Qué fortuna daría por regresar a ese instante!
Regresar para hacer morada en tu regazo.
Regresar para que siembres tu semilla
en mi tierra fértil y mineral
y que haya clavicordios sonando en la iglesia temprana
de una mañana interminable detrás del campanario
y rebote su sonido en la plaza y las colinas.
Regresar... al torogoz de la cañada
y el zenzontle de las montañas...
¡Regresar... y sin embargo no me fui nunca!
¡Ah, dulce quemadura del Amor!
Hoguera trepidante que devora mi bosque azul y umbrío
carbones rojos y candentes que deshacen un calendario
de preguntas y caminares del atardecer
caminares sin retorno
fuego que soy y que el viento azota
para alcanzarte y consumirte.
Y es este dolor gozoso, lastimadura de luz
penetrando sin tregua hasta mis huesos
que se hace voz de cigarra entonando su canto hondo y triste
en la perennidad de su llanto.
¡Ay Amor, Amor! ¡Por qué se detuvieron tus ojos en mis ojos!
¡Por qué se anclaron tus pupilas en un instante de eternidad!

Frío

La soledad me condena al frío, estoy muerta de frío, quiero estar acostada al lado del hombre que amo y que con su cuerpo me de calor, pero me refiero a ese calor que da el acercamiento o quizás el abrazo, pero sólo eso necesito ahora, ese calor que da el compañero de vida acostado al lado de la mujer que ama, en una noche o tarde fría como ésta.
 Solamente eso me hace falta hoy, a mi hombre dándome calor con abrazos y palabras tiernas y luego así... muy acurrucados dormirnos en paz.
 Es mucho pedir para mí, es un auténtico imposible. Pero bueno... para eso existen los sueños, no?

viernes, 15 de julio de 2011

Líneas dispares


Si hay algo que yo no puedo decir de mi vida es que haya sido una monótona linea recta dirigida hacia un solo rumbo, para nada. Ha sido todo lo contrario una línea llena de ondulaciones a veces curvas a veces enormes otras pequeños picos que suben y bajan con mayor o menor frecuencia, profundidad o longitud.
 Creo que si alguien quisiera analizar mi vida por esa línea dibujada en un gran mapa y luego lo enmarcara y lo colgara en una pared, cualquiera que pasara podría decir claramente que es una obra de arte, pero no por su contenido intrínseco, el que mirara no sabría que es la línea de una vida, creería que es pura imaginación del autor del cuadro y creo yo que no estaría equivocado si lo calificara de surrealismo con mucha creatividad.
 Todo esto como introito sólo para decir que una vez más mi vida cambia el rumbo, por lo menos de lo proyectado hasta la entrada anterior.
 Y... la vida tiene estas cosas... resulta que ayer me descompuse del corazón con un ritmo cardíaco tipo "galope" dijo el médico (130 pulsaciones por minuto), con orden urgente de electrocardiograma y casi inevitable internación, motivo por el cual la idea de mi hija de irse de casa se quedó guardada en el cajón de los "ahora imposible, después vemos". Y por lo tanto mi soledad absluta postergada, de lo cual me alegro, aunque juro por todo lo más sagrado que tengo que yo no hice nada adrede para que eso ocurriera. Quizás algunas acontecimientos de la vida debemos tomarlos como señales, como "avisos" que nos manda Dios, para una u otra cosa, tal vez para mi hija un tipo de toma de decisiones y para mí otras.
 Por supuesto que yo le dije que por mi salud no cambiara nada de sus planes, que yo tengo mi servicio de urgencia,  mi prepaga, mi obra social, y todo a mi alcance para poder solucionar sola cualquier inconveniente de este tipo de urgencia, hasta cuando ella pueda acomodar sus cosas y acercarse a verme.
 Desde ya que me dijo que no. que el tema de su mudanza quedaba descartado porque no sólo se trataba de si yo estaba enferma sino también de que ella sentía que me extrañaría mucho, como yo a ella como es de saber.
 Por lo tanto, volvimos a casa, tomé un lexotanil, mis medicamentos de la noche y me acosté, ya había disminuído el ritmo cardíaco así que no fui a hacerme ningún electro ni a ver ningún cardiólogo, al acostarme ya me sentía mejor, luego dormí sino con la placidez que lo hago habitualmente lo bastante bien como para no pensaar en que me vea otro médico y quiera internarme cosa que no haré nunca más en absoluto y que ya lo tengo decidido hace mucho.
 Sí es necesario que cumpla con la orden de comer absolutamente sin sal y que debo bajar un poquito de peso para ayudar a mi corazón a trabajar mejor.
 Al fin, como dije anteriormente, una nueva variación en mi vida, mi hija no se va, seguiremos juntas, aunque probablemente deje su trabajo y se dedique por completo a sus estudios para poder terminarlos cuanto antes y luego trabajar con ellos. Continuar con la fotografía como hobbie y parece que quiere comenzar a estudiar francés. Ella es profesora de inglés pero tiene facilidad para todos los idiomas, así es que no me parece mal que lo haga siempre y cuando no siga distrayendo los estudios universitarios que son lo más importante.
 Y yo seguiré aquí, tratando de cuidarme mucho más de lo que lo hago para ver si los médicos alguna vez no se equivocan y llego a tener por lo menos una mejor calidad de vida con motivo de los cuidados recomendados por la honorable y nunca bien ponderada (reventada) medicina. Téngase presente.

La imagen es la obra Composición del artista plástico Kandinsky

domingo, 10 de julio de 2011

Por qué? Por qué? Por qué?



Ahora sí que voy a vivir como se llama auténticamente este blog Suprema Soledad, tanto vanagloriarme de mi soledad elegida, pero resulta que ayer mi hija me dice que se va a ir a vivir sola y entonces caigo en una especie de shock en el que me doy cuenta que en realidad yo no estaba absolutamente sola, porque aunque ella está muy poco en casa, cuando está la llena con su risa, con su energía, con sus ganas de vivir y sin darme cuenta me contagia todo eso y entonces ahora pienso que todo eso no lo voy a tener salvo algún fin de semana y se me hace un nudo en el pecho del que me cuesta desprenderme desde ayer cuando lo supe,
 No, esta no era la soledad de la cual yo hablaba o mejor dicho escribía, no me refería a que me siento bien en soledad absoluta, me siento bien en esa soledad pero con la presencia de mi hija cerca, sólo ella, no imagino otra persona que pueda estar cerca mío que no sea ella.
 Yo ya perdí una hija hace dieciseis años, la leucemia se la llevó y ahora la vida se me lleva a la más chica. Me cuesta, no me cuesta entenderlo, es perfectamente lógico y natural, es lo que tendría que haber sucedido con la mayor y no esa partida temprana hacia la eternidad del Cielo, pero no puedo imaginarme las mañanas sin mi Marina, las noches sin mi Marina, los domingos sin mi Marina, no puedo imaginarme vivir sin su risa, sin sus imitaciones de Violencia Rivas que le salen igualita, sin nuestras conversaciones, sin nuestras sesiones de risa a carcajadas por cualquier bobada, es mucho lo vivido al lado de mi hija de veinticinco años, y no hay nadie más para que me acompañe, y aunque lo hubiera, nadie podría reemplazarla, como nunca nadie pudo reemplar a Noelia, aunque no puedo negar que la presencia de Marina aunque era chiquita, solamente ocho añitos en ese entonces significó para mí una motivación muy fuerte para seguir viviendo.
 Ahora no, ahora ya no es así, ahora ya tengo cincuenta y ocho años, y ya estoy cansada de vivir, solamente Marina me sostenía después de la partida de su hermanita y luego de su padre que nos abandonó por otra mujer. Ahora no me queda nada, ahora queda el nido absolutamente vacío... Ese nido que una vez formé para que cuando llegara este tiempo estuviera lleno de polluelos junto a sus abuelitos y llenos de hijas e hijos y sus esposos y esposas, pero no quiso Dios que esa fuera mi vida, me sigue probando, sigue probando mi fe, Padre... hasta cuándo tendré que hacerlo? Hasta cuándo tendré que demostrarte que tengo fe, que creo en vos y en tu Hijo Jesucristo? Por qué seguís probándome a mí? Por qué? Por qué? por  qué..

miércoles, 6 de julio de 2011

Soledad de pareja


Soledad... mi soledad... la amo, la necesito, disfruto vivir en ella y sólo la cambiaría por una pareja de cama afuera con la que pudiera tener una relación humana, vital e independiente pero al mismo tiempo con sentimiento de amor y ya sé con qué hombre, solamente con ese cambiaría algunos momentos o días de mi libertad elegida, de mi soledad disfrutada y tantas veces deseada a lo largo de los muchos años que duró mi matrimonio. Ese que elegí equivocadamente, con el que soñé vivir acompañada pero feliz y fue todo lo contrario, fue un martirio diario, insoportable, increíble de pensar ahora cómo pude sobrellevarlo.
 Lo tengo bien claro hoy día cómo pude, sólo lo soporté porque fui madre y la maternidad llenó todos los espacios y me volqué a ella con todas mis fuerzas, con toda mi energía, con toda mi ternura y con todo, absolutamente todo el amor que era capaz de dar. Porque a él, el que era mi marido no puedo determinar ahora en qué momento dejé de amarlo, en qué momento dejé de quererlo y en qué momento ya directamente lo aborrecí. Todo eso se diluye en la nebulosa del tiempo gracias a Dios y sólo puedo recordar los dulces momentos de alegría vividos con mis hijas, los dos amores más grandes que tuve en la vida.
 Volviendo a mi soledad actual, que en realidad es en los hechos sólo relativa porque vivo con mi hija menor, es en realidad una soledad como mujer y es allí donde quizás veo solamente la necesidad de que ese hombre que amo hace ya años pudiera estar cerca mío y no lo está y no creo que pueda estarlo en el futuro.
 Por lo tanto, y teniendo en cuenta que mi hija algún día se independizará totalmente, ya casi lo está porque no está nunca en casa, ese día mi soledad será absoluta y entonces ya no pensaré ni siquiera en el hombre con el que todavía guardo una pequeñísima esperanza de unión, quizás ese día me de cuenta que ya sería hora de partir, porque si hay algo que le pido a Dios cada día, es que no quiero quedarme en este mundo a molestar a mi hija, por favor Señor, que eso no me suceda nunca.

martes, 28 de junio de 2011

SOLEDAD ELEGIDA

Vivimos en una sociedad de muchos roles y estereotipos sociales. La idea de que una pareja aporta felicidad produce una gran frustración y decepción en aquellas personas que no la han encontrado hasta el punto de esclavizarse a si mismas con la idea de la imperfección.
Tal vez se idealiza el amor de pareja porque tendemos a quedarnos con esa sensación de emociones que se viven de forma natural al principio del enamoramiento. Pero esas sensaciones caen con el paso de los meses y de los años. Además, aunque desde fuera todas parejas parezcan perfectas la realidad es que no lo son y muchas se mantienen por pura inercia, por apariencia, por miedo a la soledad o por dependencia psicológica.
La soledad elegida parece difícil de comprender a nivel social. Pero existen personas convencidas al cien por cien de que no quieren asumir el precio que implica compartir la vida con otra persona: por ejemplo, pérdida de espacio vital, pérdida de autonomía e independencia, incluso, hay personas que tienen claro que no quieren tener hijos.
Una persona soltera puede disfrutar de su juventud durante más tiempo puesto que la realidad es que tener hijos implica hacer frente a muchas responsabilidades. Además, una persona que vive sola puede tener un tejido social amplio gracias a amistades, a la familia y a ligues que no se concreten en un matrimonio.
Sin embargo, a nivel social parece que existe una especie de presión para encontrar pareja y seguir los estereotipos marcados por el entorno. Por ejemplo, es habitual que una persona que esté en desempleo tenga que escuchar de forma constante preguntas que le recuerden su situación laboral. Estas preguntas lejos de ayudar a un desempleado le hacen daño puesto que no es positivo que a alguien que está buscando un trabajo se le pregunte día sí y día también a ver si le han llamado de una empresa.
Del mismo modo, a veces, a una persona soltera especialmente a partir de una edad, se le pregunta con regularidad a ver si está quedando con alguien o tiene algún interés especial en alguien. Aunque parezca extraño, encontrar una pareja no es un objetivo vital para todo ser humano puesto que cada persona tiene sus propias aspiraciones, inquietudes y su proyecto de vida. A veces, el proyecto de vida que tiene una persona puede ser incompatible con la idea de mantener un matrimonio y formar una familia.
La conclusión de este artículo es evidente: tener pareja es un regalo que aporta muchos puntos positivos a los protagonistas de una historia de amor cuando esa relación está basada en la comunicación y el respeto. Sin embargo, la soledad elegida también es un regalo para aquellos que deciden apostar por un modo de vida diferente. De hecho, la soledad permite a cualquier persona conocerse mejor a sí misma. Lo que siempre debes evitar es engañarte y pensar que te sientes bien en soledad cuando dentro de ti mismo te gustaría conocer a una persona especial.

Fuente. Maite. blogs mobifriends.com

sábado, 25 de junio de 2011

¿Soledad o alienación?




Me pregunto, hoy justamente que estoy absolutamente sola, aunque diariamente lo estoy durante todo el día, salvo en las noches que llega mi hija de estudiar y trabajar y entonces es la única hora del día que estoy un ratito acompañada, pero decía... me pregunto: ¿Por qué la mayoría de la gente le teme tanto a la soledad? ¿Por qué todo el mundo cree que estando siempre acompañados estamos mejor? ¿Por qué en general se le tiene compasión a la o el solitaria/o? ¿Por qué la mayoría de nuestros familiares y amigos nos presionan para que dejemos nuestra elegida soledad y salgamos de nuestros refugios en busca de compañía, relaciones sociales o eventos sociales? No dudo que lo hacen creyendo que nos hacen un bien, pero están todos muy equivocados.
 Nosotros, los solitarios, y más aún los que hemos elegido esta forma de vida, que quizás comenzó sin quererlo, sin desearlo, pero que después notamos que era mejor para nuestros maltrechos cuerpos y corazones, en general vivimos más tranquilos, menos angustiados y bastante más en paz que todos aquellos que nos critican o que nos quieren obligar a insertarnos en una vida que quizás... ¿no se lo preguntaron alguna vez? ...ahora rechazamos, ya no la necesitamos, ya la conocemos y hemos encontrado otra donde podemos ser hasta más felices... sí, aunque le parezca ilógico o loco a alguien que lea esto, pero muchos de nosotros disfrutamos nuestra soledad sospecho que mucho más de lo que tantos de nuestros familiares o amigos (que siguen en contacto vía virtual porque por nuestro autoaislamiento ya no los vemos) y al final vivimos más en paz y seguramente muchas veces bastante más felices. A veces ciertos refranes tienen mucha razón "más vale solo que mal acompañado", es uno de ellos.
 Sin embargo, los que viven acompañados, rodeados de mucha gente, en alboroto y bullicio casi permanente, continuamente presionados por sus diversa vida social y sus incontables actividades, no sólo laborales, que esas las podemos tener todos, sino también eventos familiares y amistosos, sociales, deportivos y de todo tipo,  he notado que hasta hablan más fuerte.
 Otro síntoma, siempre están mucho más nerviosos que nosotros los y las solitario/as y siempre se quejan de algún malestar, dolor de cabeza, presión alta, mareos en fin todo el muestrario de síntomas propios del estrés, la enfermedad de los dos últimos siglos, originada precisamente en una vida globalizada, donde la soledad es tomada como una enfermedad y no como algunos la elegimos, un modo de vida para sentirnos mejor.
 Nosotros aprendimos a disfrutar de los sonidos del silencio, de la actividad de leer, algo tan placentero, la de descansar muchas horas, algo que hace muy bien al organismo, la de soñar! Sí, porque cuando se duerme poco ni soñar se puede y eso altera la mente.  El  contacto más frecuente con la naturaleza toda... con los animales, con las plantas, con los elementos...una conexión con lo que fue nuestro origen, algo que a pesar de esta vida alienante que a quienes sólo les interesa obtener riqueza y poder,  lleva a ese otra masa amorfa de gente que quizás quisiera vivir más en paz y no puede porque este mundo globalizado y alienado en el que vivimos no se lo permite, un contacto decía... que nunca debimos perder.

Fin de samana en soledad total



Hoy me quedé sola desde temprano y será hasta la tarde del domingo, es la soledad total, absoluta con la sola compañía de mis gatos y mis perros que hacen sus vidas y de los que me ocupo sí que tengan para comer, quitarse la sed, estar calentitos ahora que hace tanto frío y unos pocos mimos de vez en cuando. Fuera de ellos, no hice nada más que comer brevemente al mediodía y algo caliente ahora a la noche y luego todo el día dedicarme a mis blogs.
 Cómo me gusta esta tarea... Ayer hablando de este tema con mi hija me decía ella que por qué no hacía un curso de diseño gráfico pero para computación, porque ella ve que yo estoy muy entusiasmada con esto y no me pareció mala la idea, sólo que a mí me gusta hacerlo así... sola... ir descubriendo de a poco cada misterio de este mundo virtual desconocido hasta hace un tiempo de manera total y que ahora me tiene obnubilada con sus posibilidades.
 Todos los días me estoy dedicando a renovar un blog diferente, es que tengo varios y a algunos hace meses que no les hago ninguna entrada y cuando esta semana comencé a recorrerlos me dí cuenta lo solitarios, aburridos y desactualizados que estaban.
 Sucede que me he estado dedicando más a los que más auditorio tienen y por otra parte me lleva algunos días bastante tiempo del que ocupo para estar aquí esa red social que ya aborrezco y no sé por qué sigo estando llamada facebook.
 La verdad es que no me voy definitivamente porque está mi hija y por las dudas que alguien la agreda yo salgo a defenderla, pero eso y uno que otro saludo de cumpleaños, no hago otra cosa allí.
 Realmente al comprobar lo creativo que puede ser tener un blog, donde no solamente se pueden expresar como en esta oportunidad lo estoy haciendo yo situaciones cotidianas sino también temas científicos, culturales, artísticos, sociales, y de todo orden, inclusive personales y cualquiera de ellos uno puede hacerlos públicos y permitir un comentario o cerrarlo al público y que sea una especie de diario personal que uno usa para desahogarse y contar lo que uno quiera sin ningún tipo de limitación.
 Además, los blogs tienen la posibilidad de renovar cuantas veces queramos la plantilla y de este modo activar todo nuestro caudal imaginativo porque la verdad que blogger nos provee de las herramientas necesarias para hacer de cada uno de ellos una verdadera innovación. Y esto particularmente es lo que más me gusta a mí, aunque no debo negar que también mi fuerte es escribir y expresarme y por lo tanto, repito, aquí lo tengo todo y me siento feliz.
 Sinceramene hoy la soledad absoluta en la que me encuentro no me pesó para nada, todo lo contrario hice dos o tres pequeñas cosas en la casa pero como estoy sola no se desordenó ni se ensució y si bien no se produjo un llamado telefónico que esperaba, de alguna manera me alegro, eso significa que esa persona me interesa menos de lo que yo misma creo a veces y eso está bueno, porque realmente no me merece.
 Esto no significa agrandarme ni mucho menos, pero es la realidad. Si uno tiene cerca a una persona que lo ama, que se preocupa por uno, que está siempre atenta a cualquier cosa que le suceda, lo llama por teléfono, le envía mails y mensajes de texto que nunca son contestados y esa persona hace caso omiso de todas esas atenciones, entonces esa persona no merece a la otra. En realidad a veces pienso que todo lo que yo hago es un desperdicio de tiempo, energía y sobre todo amor... pero esto último es lo más difícil de erradicar del alma humana cuando se está sintiendo.

viernes, 3 de junio de 2011

La soledad... esa extraña compañera...


La soledad... esa extraña compañera... ora la necesitamos, ora la despreciamos... Es que así somos los seres humanos, impredecibles, inestables, contradictorios y hasta a veces incoherentes. Y no voy a caer en la falsa modestia  de decir que sólo yo lo soy, no, los años que llevo viviendo me han dado la suficiente experiencia como para poder decir que la generalidad de la sociedad, del ser humano en particular, de la gente, siente esto.
 Es cierto que habemos seres más solitarios que otros, entre los cuales me incluyo, pero esto no fue siempre así. Hubo un tiempo en que vivía rodeada de gente, tanto en mi casa como en mi trabajo, en mis viajes hacia él y hasta en los fines de semana. Recuerdo perfectamente que no necesitaba estar sola con la urgencia y la premura que lo necesito ahora, justamente ahora que sufro por los que se me fueron.
 Creo que lo que ha pasado es que han sido tantas las pérdidas afectivas importantes, tantos los dolores sufridos, tantos los momentos límites que ya no puedo estar en medio de grupos bulliciosos y alegres. Es que además de solitaria soy una mujer melancólica y con el alma dolorida. Una de mis pérdidas fue demasiado inmensa como para poder sobreponerme a ella y disfrutar el entorno social como lo hacía o como lo hace la generalidad de las personas en la actualidad.
 Aunque, en honor a la verdad, debo decir que si bien disfruto mucho de mis momentos de soledad absoluta, aquellos en los que mi alma se arrebuja en antiguos recuerdos de felicidad completa y se retrotrae a momentos de infinita paz y sosiego; también es cierto que a veces, en contadas ocasiones añoro aquella vida un tanto mundana y muy social que hice hace algunos años.
 En definitiva, debo ser sincera y aclarar que lo que más extraño, son los momentos de compañía unipersonal, aquellos en los que el hombre que amé toda la vida estuvo a mi lado. Por eso es que espero con toda mi alma no perder jamás la memoria, que hasta el último instante de mi vida yo pueda recurrir a alguno de esos momentos de grata compañía y de vivencias amorosas tiernas algunas y apasionadas otras vividas junto al hombre que siempre amé para que me acompañen y sean hasta el último instante mi visión auténtica de la vida feliz en este mundo. Eso espero.