domingo, 1 de agosto de 2010

SE ACABÓ LA SUPREMA SOLEDAD

Ha llegado parece, el tiempo de que decrezca mi suprema soledad. Así es, no me siento ya en ese estado y no es porque haya cambiado en cuanto a compañía física, es porque tengo alguien en quien pensar y de quien esperar sus llamados y sus mails. Alguien a quien quiero desde hace mucho tiempo y de quien nunca me alejé del todo álmicamente hablando.
 Hace un tiempo que estoy conectada con él, vía mails, mensajes y teléfono y probablemente en muy poco tiempo lo estemos en forma directa. Se trata del amor de mi vida, de un hombre que amo desde mi más tierna adolescencia y del cual nunca dejé de estar enamorada.
  Sigo eligiendo mi soledad de vida, pero esa soledad ya no es suprema, ya no es total, porque se puede vivir solo sin estar solo y eso es lo que me está pasando a mí ahora.
 La soledad es una sensación del alma, por eso es posible estar en medio de una multitud y sentirse solo y como yo ahora, estar sola y sentirme acompañada. Y lo es porque sé que hay alguien que aunque lejos, piensa en mí, me recuerda a cada instante como yo a él y me extraña y espera ansioso como yo el momento de volver a vernos después de mucho tiempo.
 Cuando eso suceda, tendré que cambiarle el nombre a mi blog. Creo que ahora mismo debería hacerlo, aunque no estoy segura... lo pensaré.